Al ser seres integrales, nuestro cuerpo, mente y espíritu están interrelacionados, de manera que nuestro pensamiento a través del poder de la intención puede crear, transformar, atraer y potencializar lo que desee.
Los malestares son en realidad reflejo o manifestaciones en el cuerpo físico de un bloqueo a nivel emocional o mental, por esto reconocer la integralidad del ser, nos llevara a una mejor comprensión del mismo.
La traducción literaria del sanscrito al español de la palabra Chacra es rueda, círculo o disco en movimiento. Nuestro cuerpo tiene 7 chacras principales, que funcionan como centros de energía en el cuerpo sutil vinculados directamente a las glándulas de nuestro sistema endocrino.
Las glándulas se encargan de segregar hormonas que regulan muchas funciones del organismo incluyendo entre otras la función de los tejidos, el metabolismo, la presión sanguínea, el nivel de azúcar, el estado de ánimo, los niveles de estrés.
Podemos decir entonces que los chacras están íntimamente relacionados con nuestra salud; concibiéndonos como seres holísticos (basados en la integración total cuerpo/mente/espíritu) la enfermedad es un síntoma o reflejo del bloqueo de estos vórtices de energía.
Así pues, conocer la naturaleza de cada uno de los chacras, nos ayudan a comprender y a escuchar nuestro cuerpo para acompañarlo en el proceso de armonización.
En esa escucha, la buena noticia es que los ELEMENTOS (tierra, agua, fuego, aire) de la madre naturaleza están para acompañarnos en este proceso de redescubrimiento; plantas medicinales, alimentos agroecológicos, cristales, aromas, aceites, masajes, la danza, el canto entre otros, están a nuestro servicio para acompañar y sobrellevar cualquier dificultad, que si la observamos con atención es en realidad una oportunidad para conocer nuestro potencial.
Podemos identificar y conocer con que está relacionado cualquier malestar; para así emprender un proceso de autoconocimiento y autosanación profundo, es decir tratando más allá del síntoma, el origen, trayendo a la superficie de tu conciencia los aspectos puntuales por trascender y renovar. Nuestro cuerpo es el mejor mensajero escuchémoslo con atención.