Comemos por comer, ignorando que en la correcta nutrición está la fórmula mágica para obtener bienestar físico y mental en forma continua.
A pesar de que en los países tropicales gozamos de privilegios únicos en el tema alimentación, ciertas tendencias de gran alcance, comercialmente manipuladas, hacen que las bases del conocimiento se pierdan fácilmente. Un ejemplo: a pesar de todos los avances de la agricultura, la calidad alimenticia de nuestros comestibles ha declinado ostensiblemente.
A pesar del aumento estadístico en la esperanza de vida, es evidente la disminución de nuestro bienestar físico y mental. Cada generación comienza, biológicamente hablando, más pobremente que la anterior por causa de suelos más y más degradados y prácticas alimenticias desnaturalizadas. Fácilmente podemos alejarnos hacia una confusión cada vez mayor, y en consecuencia, muchos ya no pueden reconocer el mal, aun cuando esté delante de sus ojos.
Estamos agrediéndonos con toda clase de mezclas y con comidas industriales supuestamente alimenticias, en casos devastadoras para el sistema digestivo, aunque no lo percibamos. Éste, abrumado por esfuerzos para los cuales no fue diseñado, finalmente colapsa.
La fatiga es causa mayor de desmotivación profesional en el mundo corporativo. Ausencias al trabajo por enfermedad o indisposición aumentan en proporción y aunque se organicen talleres de autoestima, motivación, compromiso, etc., los esfuerzos de psicólogos y jefes de personal finalmente se complementan con la cantidad de cafeína o de azúcar industrial que se ponga en el sistema nervioso de trabajadores y empleados.
La vitalidad es un bien al alcance de cualquier persona, si sabe que llevar a su boca. Nuestras sencillas y prácticas conferencias nutricionales para grupos y empresas demuestran como mantener a la gente motivada y eficiente, brindando inmediata reducción en costos operacionales, invocando principios de Responsabilidad Social Empresarial.