La Activación de la Sangre, el ADN y la Consciencia
La ciencia moderna nos enseña inconscientemente, que el corazón es simplemente una bomba, sin embargo, miles de libros alrededor del mundo están llenos de literatura e investigación que prueban que el corazón es en realidad un órgano emocional el cual palpita más rápido con la exaltación, la atracción o el estrés.
Muchas formas de ejercicio físico se han desarrollado a través de la historia, los cuales nos permiten alcanzar un equilibrio para contrarrestar las emociones extremas y entrenar el corazón para responder de una manera más segura y balanceada a los problemas emocionales y las experiencias angustiantes. Estos ejercicios físicos son usualmente conocidos como “Alcalinizantes” y son capaces de inducir una activa fusión entre la importante trinidad de mente, cuerpo y espíritu.
Describiendo simplemente al corazón como una bomba se ignora el importante rol que ocupa este órgano, el cual nos permite meditar y conectarnos con el mundo de los espíritus. Adquiriendo completo control sobre la actividad del corazón se logra activar un portal capaz de desbloquear diferentes formas de conciencia.
La sangre es el medio de transporte para la fuerza vital, esta fuerza vital en si misma es conocida con diferentes nombres en distintas culturas alrededor del mundo. Los nombres más populares para la fuerza vital en oriente son Ki (Chi-Qui) o Prana.
La medicina china enseña que la fuerza vital Ki (Chi-Qui) se vuelve más fuerte con el oxígeno fresco, por esta razón durante miles de años los bosques ricos en oxígeno fresco han sido escogidos por la humanidad para comunicarse con el mundo espiritual.
Dentro de nuestra sangre, hay células cuya función principal es la de llevar oxigeno a los órganos vitales.
Además de distribuir la fuerza vital en todo el cuerpo, la sangre en términos mágicos también absorbe la energía emocional cada vez que pasa a través del corazón.
Por lo tanto, la sangre es el principal órgano del cuerpo humano y por esto debemos comprender conscientemente cual es su real funcionamiento.
La producción de la sangre se lleva a cabo en el intestino delgado, el cual mide unos 8 metros de largo aproximadamente, las paredes internas del intestino se encuentran recubiertas de micro-vellosidades, dentro de las cuales se encuentra una vena, una arteria y un vaso linfático siendo estos parte vital de nuestro cuerpo, son de hecho una puerta con un flujo en dos sentidos los cuales por un lado absorben los nutrientes necesarios para la generación de Eritoblastos que después se transforman en glóbulos rojos, desechando también todas las toxinas y ácidos que el líquido linfático deposita para ser eliminados por las heces .
Nuestro cuerpo genera alrededor de 3 a 4 millones de glóbulos rojos cada segundo, Los alimentos líquidos que pasan por las micro-vellosidades del Intestino delgado son biológicamente transformados en Células Madre, posteriormente en Eritroblastos y finalmente en Eritrocitos (Hematíes) o glóbulos rojos.
La calidad de los glóbulos rojos que fabricamos en nuestro interior depende de la calidad de las químicas de los alimentos que consumimos. Por esta razón debemos ser completamente conscientes y tener extremo cuidado con nuestro intestino, puesto que las micro-vellosidades que recubren todo el interior de los intestinos, son extremadamente delicadas, siendo ésta el área de producción de la sangre en el cuerpo y por lo tanto el nivel de pH en el entorno de éstas debe ser superior a 8.
La nutrición basada en proteína animal (células animales en descomposición), bebidas gaseosas, comidas rápidas, café, te, chocolates, grasas saturadas refinadas, destruyen el yeyuno del intestino pues su pH generalmente oscila entre 3.5 y 4.
Las harinas de trigo refinadas y los lácteos contienen péptidos opiáceos que influyen en los receptores de endorfinas en el cerebro.
Estos péptidos son físicamente adictivos y causan dependencia, asma, obesidad, apatía, ignorancia, e insensibilidad. Lo mismo ocurre con las Beta-Carbolinas de la comida cocinada.
Debido a que los fabricantes de alimentos necesitan que seamos físicamente dependientes de los productos que venden, se pueden encontrar proteínas de la leche y del trigo en una infinidad de alimentos, e incluso en productos cárnicos.
Como el trigo contiene opiáceos, los sacerdotes en el antiguo Egipto lo utilizaban como alucinógeno y en vendajes para aliviar el dolor de las heridas. Todos los productos de trigo como pan, pasta, pizza, galletas, y pasteles contienen péptidos opiáceos.
”Los gobernantes romanos ya sabían que la gente no se levantaría contra ellos mientras estuvieran entretenidos y comieran pan.”
Por lo tanto, si nuestra nutrición en promedio se basa en estas químicas y tiene un pH inferior a 7, o contiene cualquier otro elemento químico con grandes cantidades de azúcar, generamos una nutrición con un pH de 3.5 a 4, la cual es realmente ácida para nuestra sangre y por lo tanto literalmente venenosa para nuestras células.
Al consumir este tipo de químicas, obligamos a nuestro organismo a trabajar intensamente para lograr proteger a toda costa nuestro intestino delgado, así como el estómago y el páncreas los cuales producen cantidades masivas de bicarbonato de sodio para contribuir en la alcalinización de éstas comida ácidas.
Desafortunadamente el efecto desencadenado por esta anormal y elevada producción de bicarbonato de sodio en el interior de nuestro estómago genera un producto de desperdicio conocido como Ácido Clorhídrico, el cual en exceso genera consecuencias como las agruras, la acidez y el reflujo.
Esta continua condición de acidosis en el interior de nuestro océano interno (70% del cuerpo) genera serios problemas en nuestra sangre la cual siempre debe estar ligeramente alcalina y por ser el único transporte de nutrientes hacia cada parte de nuestro organismo, “la sangre no puede estar ácida en ningún momento.” La sangre debe permanecer dentro de un rango de pH que genere una resistencia a la decadencia y a la putrefacción, así como al nacimiento de microrganismos patógenos. La sangre debe mantener un pH de 7.365 el cual genera un ambiente ideal para las células y microrganismos benéficos de nuestro cuerpo, coexistiendo en armonía.
Con base al conocimiento científico y biológico más moderno y práctico a nivel mundial, podemos comprender que el único sistema de tratamiento para cualquier tipo de patologías que existan, es mantener el diseño Alcalino del organismo humano a través de una nutrición viva e higienista, permitiéndonos generar nuevos patrones y protocolos de nutrición consciente, capaces de regenerar celularmente la sangre y el organismo en pacientes con cualquier tipo de patología, inclusive en condiciones crónicas.
Todo esto va de la mano de la influencia y reprogramación del ADN de nuestras células, con palabras y frecuencias, las cuales nos permiten de una manera consciente conectar los 64 códigos de nuestro ADN, de los cuales solo el 10% esta siendo usado para la producción de proteínas.
El 90% restante es considerado comúnmente por la medicina tradicional como “ADN basura”, pero en realidad, el ADN es el responsable de la construcción celular de nuestro cuerpo y pieza fundamental del almacenamiento de la información y la comunicación.
Siendo directamente influenciado por las emociones y el lenguaje humano, es posible re-conectar y activar consciente y gratuitamente el ADN de cada una de nuestras células generando una excelente producción de proteínas, permitiendo que nuestras células se conecten a través de sus antenas de ADN al espíritu de nuestro amado planeta tierra, generando así el despertar de la Noosfera o cerebro planetario.
Nuestro amado planeta tiene una inteligencia compuesta de océanos, bosques, montañas y ríos que han evolucionado los últimos 5 mil millones de años, creando una mente consciente, a la cual pertenecemos todos y a la cual podemos reconectar desde nuestro infinito amor y conciencia en el instante en que lo decidamos.
Este re-conectar consciente con el espíritu de nuestro amado planeta, nos permitirá entrar plenamente en el Amanecer de la Nueva Humanidad.