LA FASCIA Y DOLORES ARTICULARES
Importante pero ignorado
La fascia tensa y gruesa impide el movimiento de las articulaciones, aunque generalmente se pasa por alto, es una fuente el dolor extremadamente importante.
La fascia es una película de tejido conectivo que envuelve grupos de músculos, músculos individuales y las fibras individuales. Está organizada en el cuerpo a través de una extensa red de capas, creando una compleja red tridimensional que envuelve todas las estructuras del cuerpo. Esta red protege y apoya los órganos y el esqueleto, además de ayudar a los músculos que están en movimiento. La fascia responde al estrés, al ejercicio físico, el trauma y los patrones de postura y movimiento.
Fascia saludable
La fascia saludable tiene un alto porcentaje de colágeno, el lubricante entre los músculos. Flexible y elástica, permite una interacción fluida entre ellos. Pero la textura y composición de la fascia puede cambiar con el estrés y las lesiones. El colágeno, normalmente un lubricante en el tejido sano, se vuelve pegajoso en el tejido no saludable, formando adherencias e impidiendo el movimiento muscular. La fascia no saludable puede encerrar al cuerpo como una camisa de fuerza al contraerse y volverse más gruesa y menos elástica, restringiendo la función muscular o el movimiento visceral. Esto se desarrolla tan gradualmente que uno no se da cuenta hasta que se libera esta contracción.
Fascia no saludable
La fascia no saludable es a menudo la fuente más importante de dolor en las articulaciones, ya que contiene entre seis y diez veces más receptores sensoriales que los músculos. Desafortunadamente este factor importante generalmente se pasa por alto en la medicina convencional.
Estirar y separar la fascia puede tener efectos físicos drásticos, incluido el alivio inmediato del dolor y la libertad de movimiento restaurada. Una persona puede experimentar una sensación de libertad y fluidez en cuestión de minutos e incluso sentir una sensación estimulante de ligereza.
Una fascia bien hidratada y flexible es crucial para mantener la alineación y la función del cuerpo. Así evita que las pequeñas molestias que se conviertan en problemas más grandes, o que las lesiones se conviertan en problemas crónicos. La fascia saludable ayuda a una persona mantener la movilidad y evitar cirugías ineficaces o reemplazos articulares innecesarios.
DUANE DOBROWOLSKI
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