El tabaco, esa Medicina Sagrada y Ancestral que nos fue regalada para su uso espiritual, para nuestra conexión con lo Divino, con el Universo, con nuestras raíces y nuestras alas.

Cuando rezo el tabaco en las noches, alzo mis ojos al cielo y miro las estrellas con una fuerte alegría. Las miro en comunión con ellas. Siento un lazo firme que me une a ellas y a ellas, conmigo. Las miro y les digo “aquí estoy, de allí vengo; aquí estoy, y para allí, voy”. Siempre me ocurre lo mismo. Siento esa inmensa relación del Universo en mí, cuando a través del tabaco exploro en mis adentros y miro hacia el más allá.

Algunas veces, el cielo me muestra señales de que nuestros hermanos, escuchan; y me regalan una visión de ellos transitando el infinito. Es entonces cuando confirmo que no estoy sola en el camino, que nadie está solo.

Como ya lo expliqué, la chanupa es una pipa personal que se usa para conseguir a través de la medicina del tabaco, conectarse con EL Gran Espíritu, El Universo, Dios, Wakan Tanka o como quieran llamarle.

Este objeto sagrado para cada uno tiene una historia que proviene del Norte de América.

El calumet es la pipa social, la de la tribu, la del grupo. Es la que pasa de miembro en miembro en los rezos de tabaco en los que participan varias personas.

La chanupa puede ser compartida, pero siempre tiene nuestra impronta propia y puede quedar impregnada de las energías de con quien la compartimos. Por eso hay quien la “limpia” luego de usarla con otro.

Personalmente cuando lo hago siento que mis intenciones son tan profundas y sinceras que no pienso en que pueda perjudicarme, creo que el amor es más fuerte, así que le hago la limpieza de siempre. Enciendo una astilla de Palo Santo y la envuelvo en su humo aromático y purificador cuando la guardo o cuando voy a usarla, según como lo sienta.

Aquí está la historia de cómo los hombres comenzaron con el uso del tabaco ceremonial.

tabaco

Muchos inviernos han pasado desde que esto sucedió: dos lakotas habían salido de caza y estaban al acecho sobre una colina; entonces vieron a lo lejos, en el mismo instante en que salía el sol, algo que avanzaba en su dirección de un modo extraño y maravilloso. Cuando se hubo aproximado, vieron que era una mujer muy bella, vestida con blancas pieles de gamo, y que llevaba sobre la espalda una bolsa con flecos. Entonces uno de los hombres tuvo pensamientos impuros y se los comunicó a su amigo; pero éste le dijo que no tuviera tales pensamientos, pues seguramente aquélla era una mujer wakan, una mujer sagrada. Pronto esta mujer estuvo cerca; y después de soltar su bolsa, pidió al que tenía intenciones impuras que se acercara a ella. Cuando el joven se aproximó a la mujer misteriosa, una gran nube les envolvió a los dos, y cuando, poco después, se disipó, la mujer seguía de pie y en el suelo yacía el hombre malo reducido a la condición de un esqueleto, y unas serpientes le roían. La mujer dijo entonces al otro, al hombre bueno: «¡Considera eso que ves! Voy al encuentro de tu pueblo y deseo hablar a tu jefe Hehlog- hecha Najin, Cuerno Hueco De Pie. Regresa junto a él y dile que prepare una tienda espaciosa en la que reunirá a todo su pueblo y preparará mi llegada. Quiero deciros algo muy importante.»

El joven acudió en seguida a la tienda de su jefe y le narró todo lo sucedido, que esta mujer misteriosa venía a rendirle visita y que había que preparar su recepción.

El jefe Cuerno Hueco De Pie disponía en aquella época de varias tiendas desmontadas, y mandó hacer con ellas una grande, tal como había pedido la mujer. Luego envió un pregonero a avisar a la gente que debían ponerse sus mejores vestidos de ante y reunirse sin tardar en la tienda. Todos estaban muy intrigados mientras aguardaban en la vasta tienda la llegada de la mujer celeste, y todos se preguntaban qué podría querer confiarles.

Pronto los jóvenes que vigilaban la llegada de la desconocida anunciaron que la percibían a lo lejos, aproximándose hacia ellos con gracia y dignidad; y de repente la mujer misteriosa entró en la tienda y le dio la vuelta en el sentido del movimiento del sol, y luego se detuvo ante Cuerno Hueco De Pie. Cogió la bolsa de su espalda y, sosteniéndola con las dos manos delante del jefe, le dijo:

«¡Contempla esto y ámalo siempre! Es una cosa muy sagrada —lilla wakan—, y debéis siempre considerarla como tal. Nunca un hombre impuro deberá ser autorizado a verla, pues en este paquete se encuentra una Pipa Sagrada. Con ella, en los inviernos futuros, enviaréis vuestra voz a Wakan-Tanka, vuestro Abuelo y Padre».

Después de hablar así, la mujer celeste sacó de la bolsa un Calumet, así como una piedrecita redonda que depositó en el suelo. Dirigiendo la Pipa, por el cañón, hacia el cielo, dijo: «Con esta Pipa de misterio caminaréis por la Tierra; pues la Tierra es vuestra Abuela y Madre y es sagrada. Cada paso dado sobre ella debería ser como una plegaria. La cazoleta de esta Pipa es de piedra roja; es la Tierra. Este bisonte joven que está grabado en la piedra, y que mira hacia el centro, representa a los cuadrúpedos que viven sobre vuestra Madre. El cañón de la Pipa es de madera, y esto representa todo lo que crece sobre la Tierra. Y estas doce plumas que cuelgan de donde el cañón penetra en la cazoleta son de Wambali Galeshka, el Águila Moteada, y representan al Águila y a todos los seres alados del aire. Todos estos pueblos, y todas las cosas del Universo, están vinculados a ti, que fumas la Pipa; todos envían sus voces a     Wakan-Tanka, el Gran Espíritu. Cuando oráis con esta Pipa, oráis por todas las cosas y con ellas.» La mujer celeste tocó entonces con el extremo de la Pipa la piedra redonda puesta en el suelo, y dijo: «Con esta Pipa estaréis unidos a todos vuestros antepasados: vuestro Abuelo y Padre, vuestra Abuela y Madre. Vuestro Padre Wakan-Tanka también os hace don de este guijarro redondo que está hecho de la misma piedra roja que la cazoleta de la Pipa. Es la Tierra, vuestra Abuela y Madre, y es el lugar donde viviréis y creceréis. Esta Tierra que Él os ha dado es roja, y los hombres que viven en ella son rojos; y el Gran Espíritu os ha dado también un día rojo y un camino rojo. Son venerables; no lo olvidéis. Cada aurora que llega es un acontecimiento sagrado, y todos los días son sagrados, pues la luz viene de vuestro Padre Wakan-Tanka; y debéis también acordaros siempre que los hombres y todos los demás seres que están en esta Tierra son sagrados y deben ser tratados como tales.

Desde ahora la Pipa de misterio estará en esta Tierra roja, y los hombres tomarán la Pipa y enviarán sus voces al Gran Espíritu. …………………………………………………………………………………………………………………………..

Entonces la mujer celeste se adelantó para salir de la tienda, pero volviéndose de nuevo hacia Cuerno Hueco De Pie, dijo: «¡Mira esta Pipa! Acuérdate siempre de cuan venerable es, y trátala en consecuencia, pues ella te guiará hacia tu meta. ¡Acuérdate! En mí hay cuatro edades. Ahora me voy, pero velaré por tu pueblo durante cada una de estas edades y, al final, regresaré.»

Después de dar la vuelta a la tienda siguiendo el movimiento del sol, la mujer misteriosa salió; pero, a una corta distancia, se volvió hacia el pueblo y se sentó. Cuando se levantó, los hombres vieron con sorpresa que se había transformado en un joven bisonte rojo y castaño. Entonces este joven bisonte, después de alejarse todavía un poco, se tendió y se revolcó, y miró hacia el pueblo; y cuando se levantó de nuevo, era un bisonte blanco. Se alejó y se revolcó por el suelo, y se convirtió en un bisonte negro, que volvió a alejarse, se inclinó ante cada una de las cuatro Regiones del Universo, y desapareció detrás de la colina.

Este texto es una extracción de la obra “La pipa Sagrada”, escrita por Alce Negro de los Teton Lakotas, pertenecientes a la Gran Familia Sioux Oglala.

Así es como la Mujer Búfalo Blanco les concedió a los hombres estar comunicados directamente con El Gran Espíritu.

Creo que El Gran Espíritu sabe de nuestras necesidades sin que debamos recordárselo, creo que lo sabe todo. Pero aun así es necesario elevar un rezo en sentido de humildad, recordar quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Aunque también es preciso agradecer, más que pedir. Es tanto lo que tenemos que olvidamos muchas veces hacer una mirada a las Gracias que se nos conceden y de las que hacemos tan natural nuestra vida que pasan desapercibidas.

Es bueno saber de dónde provienen los rituales que celebramos, aunque para vivirlos a pleno no es necesario más que eso, SENTIR.

Una vez más el Sagrado Tabaco con convoca a entenderlo a usarlo con respeto, con amor, desde lo más profundo del corazón.

 

Carmen Geribaldi, Mujer Medicina