Cuando los minerales aparecen en la naturaleza con una forma o una disposición geométrica bien definida se les llama minerales cristalinos o cristales. Nosotros, y todo lo que nos rodea, está compuesto por energía en constante movimiento, así que cuando entramos en contacto con los cristales, su particular vibración reestructura el campo energético del cuerpo o de un lugar. Las vibraciones que emite la gema (dependiendo de su configuración y color) actúan amplificando la energía de los pequeños cristales que nos conforman; así la vibración surge como efecto de la resonancia de la estructura atómica particular de la gema con nuestro cuerpo.

Generadores de energía

Gracias a su composición y forma ordenada, los cristales funcionan como transmisores, amplificadores y receptores muy precisos y exactos de energía, esto lo podemos ver en el reloj, el cual posee un cristal de cuarzo que mediante la compresión del mismo emite energía suficiente para hacer que el reloj funcione; así mismo hoy en día los cristales son elementos primordiales en la producción de computadores, satélites, e instrumentos electrónicos de todo tipo, debido a la vibración especifica que producen según su naturaleza

Uso terapéutico

Podemos identificar aquellos aspectos de nosotros mismos que queremos fortalecer y estudiar o consultar cual es el cristal que puede acompañarnos en ese proceso. Por lo general el color nos da información sobre la chacra que trabaja o activa el cristal. Sin embargo cada gema tiene propiedades energéticas particulares que afectan de diferente forma el plano físico, emocional y mental de la persona que las usa.